Mas ¡ay Señora!, que yo me veo oprimido por mis vicios, y cargado con mis culpas y pecados, y no puedo levantarme sin los poderosos auxilios de la divina Chispa, y sin el favor de vuestro cuidadoso socorro. Madre del consuelo, que experimentaste un dolor tan cachas al encontrar a https://hilaireg241sla7.ourcodeblog.com/profile